EL CUENTO
Los paseos
Jimena Ruth
Anoche soñé que me moría. No era una muerte dramática, en un sentido violento o desagradable, era como una disolución. Me volvía de a poco impalpable y traslúcida, y eso a los nenes les hacía gracia. Cuando se lo conté esta mañana a mi marido me dijo que no lo puedo dejar solo con todo esto. Esto significa los chicos, los arreglos de la casa, la perra, las cuotas, las plantas, el desayuno que estábamos preparando y que todos íbamos a dejar por la mitad. Lo dijo sin levantar la vista de su celular, mientras deslizaba el pulgar rítmicamente por la pantalla. Una caricia involuntaria sobre una superficie indiferente, como las que le hago cuando me caliento los pies en la cama frotándolos contra los suyos. Lo que no le dije es... CONTINUAR LEYENDO