El cuento
Preparen, apunten, fuego
Por Demian Naón
Alejandro tenía una caja llena de soldaditos, tanques y cañones de plástico. Los fines de semana, H y él se sentaban bajo el árbol que tenía las raíces como muros de un castillo y se repartían los ejércitos. Los alemanes eran de color gris, los americanos eran verdes, los ingleses rojo ladrillo, los rusos naranja, los franceses azules, y los más difíciles de conseguir: los japoneses de color verde claro