El cuento
Si yo no hubiese
Por María Cecilia Garino
Levanto la vista y me cuesta creerlo. Mira hacia mí, pero no me ve. Tiene las manos en los bolsillos. Remera, jean, zapatillas. Lleva un diario debajo del brazo, como antes llevaba el skate. Aunque no podría decir exactamente por qué, el paso del tiempo se le nota. Se sienta a la ventana, cerca de la puerta. No se le ocurre pensar que a seis mesas de distancia estoy yo, sola, en el medio de la confitería, tomando un café con leche. No se imagina que después de treinta años, un día cualquiera, estamos coincidiendo en una confitería por Caballito. No fue hace treinta años. Fue hace veintisiete. No me animo ni a levantar la taza. ¿Habrá pensado alguna vez en encontrarme? ¿Habrá intentado olvidarme?