El cuento
Dama de noche
Alan Talevi
Hoy ceno con los Galíndez. Son más de las ocho, pero acá, a fines de enero, el sol no se oculta hasta bien pasadas las diez. Cuando llego al comedor ellos ya están sentados afuera, en el solario, y decido acompañarlos. Les gusta cenar temprano. Los hace sentir europeos.